Técnico Universitario venció a Macará por 2 a 1, en emocionante edición del clásico ambateño escenificada anoche en el estadio Bellavista, con aceptable conducción arbitral de Andrés Galarza, asistido por Jorge Benavides y Sergio Flores. Se registró buena asistencia de público, calculada en unos 16 mil aficionados. No se llenó el escenario deportivo por la lluvia que cayó una hora antes de la iniciación de la contienda.
El encuentro fue disputado intensamente de principio a fin, con escenas emotivas y dramáticas que mantuvieron en tensión a los asistentes. Los integrantes de los dos elencos se emplearon a fondo, con mucho derroche de energías y voluntad, lo que sirvió para que se desarrolle un partido realmente atractivo. Se dieron varias fricciones, pero por la vehemencia de los jugadores antes que por deliberada mala intención, salvando el caso de Oswaldo Lastra.
La primera acción de peligro la puso Baldeón (15), con potente disparo desde fuera del área que salió rosando el vertical derecho. La emoción del gol llegó al minuto 16, con lucido quiebre y remate letal de Carlos Quintero, que marcó un verdadero golazo para poner en ventaja al elenco celeste. Dos minutos después se produjo otra oportunidad para Macará, pero el remate de Bone salió escasamente desviado. El Rodillo tuvo dos claras opciones para anotar, pero Acosta (27) y Galarza (41) no pudieron concretar. Al minuto 45 se produjo un fuerte contacto en medio campo y Oswaldo Lastra agredió en forma grotesca a Colón, siendo sancionado con la expulsión.
Técnico entró al segundo tiempo con el deseo de anotar y consiguió el empate a los 53 minutos, con remate de cabeza de López a un rebote del arquero Mora a fuerte tiro libre lanzado por Valle. Al minuto 60 fue expulsado Waldemar Acosta por segunda tarjeta amarilla y a minuto seguido el árbitro decretó la expulsión del DT Paúl Vélez por excesos verbales. Los dos conjuntos buscaban el gol victorioso, que en esta vez le correspondió al rojiblanco por intermedio de Alex Colón (73), que recibió pase adelantado y aprovechó la falla de la defensa macareña que se quedó estática, para ingresar con balón dominado y fusilar al meta Mora escribiendo el 2 a 1 que resultó definitivo. En el tramo final Macará buscó desesperadamente la igualdad, pero el tiempo le quedó corto y su poca capacidad ofensiva no le permitieron lograr su propósito.
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